Para el manejo de reuniones, se sugiere informar previamente la agenda a los participantes: tener un objetivo muy definido, fijar un límite de intervenciones, que la reunión sea corta, y que se elabore una bitácora.
1. Informa previamente sobre la agenda.
Evita que los participantes sean tomados por sorpresa, pues esto puede conducir a una reacción negativa a los planes diseñados.
2. Ten un objetivo definido.
Es necesario tener orden para conocer las ideas y los problemas de los trabajadores, o bien para la toma de decisiones.
3. Fija un límite tiempo para cada intervención.
Para no perder la paciencia, habría que limitar todas las intervenciones a un máximo de 2-3 minutos.
4. Mantén la agenda correcta.
Los puntos más polémicos no deben dejarse hasta el final de la reunión: deben abordarse desde el principio y de manera directa.
5. Elabora una bitácora para los asistentes.
Preocúpate porque los participantes sepan exactamente qué se decidió: no deja de sorprendernos la cantidad de directores que abandonan una reunión sin estar completamente seguros de lo que se ha acordado.
6. Realizar pocas o ninguna reunión siempre que sea posible.
Actualmente, gracias al milagro de la tecnología, los grupos de mensajería permiten que la gerencia y los empleados se mantengan en contacto permanente.
Fuente: Economist